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Litha, el retorno de la Diosa y las tradicionales hierbas de San juan


Litha, conocido como solsticio de verano se ha producido este jueves 21 de junio a las 12.07 horas de la España peninsular (10.07 hora GMT), por lo que este será el día del año con más horas de luz solar.


Las celebraciones de dicho solsticio se centran concretamente en el 23 de junio. La diferencia entre el Calendario Juliano (365,2500 días) y el año tropical (365,2422 días) trasladaban tres días más adelante el día asociado con el actual solsticio astronómico cada cuatro siglos. En el Calendario Gregoriano, el solsticio se trasladaría poco a poco a razón de un día cada 3000 años.


La noche del fuego del solsticio estival se celebra el 23 de junio, la víspera del día de San Juan, en algunos lugares se celebra el 28 de junio, la víspera de San Pedro y San Pablo, a veces llamada “San Xoán pequeno” (San juan pequeño), la razón de esta diferencia posiblemente tenga algo que ver con el antiguo calendario Juliano, y el cambio realizado por el Papa Gregorio XIII. En muchos lugares de Europa las antiguas tradiciones y costumbres folclóricas que se escaparon a la absorción oficial cristiana, pero tendieron a fijarse según el antiguo calendario, así que, quizá una obstinada costumbre pagana, que en ciertos lugares ignorara la reforma, hizo que simplemente la celebración se fijase el día del santo más importante y más cercano a la fecha del solsticio. O quizás para desviar nuestro poder personal al celebrar lejos del momento real y astronómico.

Litha ahora San Juan es una de las 8 festividades de la rueda del año, en las tradiciones “Gadnerianas” provenientes de “New Forest”, la festividad se considera como el punto crucial del verano, la importancia del Dios Solar del solsticio estival es clara como la luz del día, es el día más largo del año y el sol está en su momento más brillante y alto, hoy le rendimos honores y saludamos a este Dios Sol en la cima de su ciclo anual, le pedimos haga huir a los poderes de la oscuridad, también solicitamos purificación y fertilidad para nuestra tierra, este día es quizás el más alegre y festivo de las 8 festividades, recibimos la corriente de abundancia del año, en el apogeo de la luz y el calor.


Sin embargo en este día, incluso en la cúspide de la alegría siempre tenemos en cuenta lo que subyace en la ancestral tradición, “Todo cambia, nada permanece”. La vida es un proceso no un estado, nuestras festividades sagradas son esencialmente un medio para sintonizar con este proceso.

Así pues, en el solsticio estival, el “proceso” se refleja en el otro tema divino, el del “Rey del Roble” y el “Rey del Acebo”. Es la fecha en la que el “Rey del Roble”, Dios del año creciente, cae derrotado en manos del “Rey del Acebo”, su gemelo y Dios del año menguante, porque el caluroso momento culminante del verano es también, por su propia naturaleza, el comienzo del reinado del “Dios del Acebo”, con su inexorable progresión hacia el nadir oscuro del solsticio invernal, que a su vez morirá en manos de un renacido “Rey del Roble”.


Mitológicamente, la muerte del “Rey del Roble” en el solsticio estival se representaba de muchas formas. En tiempos modernos se realiza una figura de paja o “Momo” que se coloca en lo alto de la hoguera.


Robert Graves señala en su libro “La Diosa Blanca” que “San Juan Bautista, fue degollado el día 24 de junio, así adquirió los títulos y costumbres del “Rey del Roble”, era natural que Jesús, como misericordioso sucesor de Juan, adquiriera los del “Rey del Acebo”, la identificación de Jesús con el acebo o la encina debe lamentarse como poéticamente absurda.


¿Pero qué hay de la Diosa? ¿Cuál es su papel en el solsticio estival?


La Diosa, se diferencia del Dios en que ella nunca muere ni vuelve a renacer. En realidad nunca cambia, sino que simplemente presenta diferentes caras o aspectos. En el solsticio de invierno muestra su aspecto de vida en la muerte y por mucho que su cuerpo terrestre parece frío e inmóvil, da nacimiento al nuevo Dios Solar y preside la sustitución del “Rey del Acebo” por el “Rey del Roble” con su promesa de una vida renovada. En el solsticio estival, la Diosa muestra su aspecto de muerte en la vida, su cuerpo terrenal es exuberante fecundo y sensual, dando la bienvenida a su consorte, el Dios Solar, en el cenit de sus poderes. Sin embrago, sabe que se trata de un cenit transitorio y al mismo tiempo preside la muerte del Rey del Roble y la entronización del su oscuro gemelo (necesario, y por tanto positivo). En el solsticio estival la Diosa baila su magnifica “Danza de la Vida”, susurrándonos, mientras lo hace: “Panta rhei, ouden menei”, (“Todo cambia, nada permanece”). La sagrada impermanencia.

El solsticio estival es tanto un festival del fuego como del agua, siendo el fuego el aspecto del Dios y el agua el de la Diosa. Al igual que el primero de mayo se encienden fogatas. Hay quien apunta que el responsable de ello en Irlanda fue San patricio, que para suprimir las implicaciones paganas de la víspera del primero de mayo (Beltaine) cambió la “noche de las fogatas” a la víspera de San Juan. De esta manera, es posible que se cambiase su significación, pero difícilmente se pudo cambiar el nombre, porque en irlandés “Beltaine” significa mayo y el uso de este nombre para referirse al solsticio estival sólo pudo surgir en países en los que no se habla gaélico.

En cualquier caso, el solsticio estival fue la principal festividad del fuego en toda Europa, e incluso entre los Árabes y Bereberes del norte de África. Tuvo una importancia menor y una implantación más tardía en los países celtas porque en su origen o por causas naturales no fundamentaron su existencia en función del sol. Muchas de las costumbres que han sobrevivido en la actualidad, se expresan haciendo girar o rodando colina abajo una rueda llameante como símbolo solar. Tanto en la celebración Beltaine como en la de Samain, se ha considerado que la fogata poseía en sí misma un gran poder mágico. En Beltaine, el San Juan pequeño, la costumbre era saltar el fuego y hacer pasar el ganado por encima, también se esparcían las cenizas por los campos. En Irlanda el césped quemado por el fuego de la víspera de la noche de San Juan era considerado un talismán protector. En los países que cultivaban lino se creía que este alcanzaría la altura deseada al saltar el fuego.


El capítulo LXII de “La Rama Dorada” de Frazer es una mina de información sobre festivales tradicionales del fuego. El fuego es un aspecto fundamental del solsticio estival, mágicamente se considera que saltar el fuego o caminar sobre las brasas limpia y purifica de todo mal.

En Galicia ancestralmente se rinde culto al fuego y a el agua, el Dios y la Diosa, las hogueras “caharelas” o “lumeiradas” y a los baños sagrados con las Hierbas de San Juan.


En esta mágica noche nos comunicamos con el más allá, es una noche clarividente, una noche de purificación, propicia para espantar a los malos espíritus y a las malas energías.


Las hogueras se encienden, pasada la media noche. Nos limpiamos de toda energía negativa y obtenemos protección y buena suerte saltando la hoguera, el número de saltos varía de un pueblo a otro, tres, siete o nueve veces. También nueve veces había que recibir olas en La Lanzada, para aumentar la fertilidad femenina.

Por la noche a la luz de la luna se recolectan plantas aromáticas silvestres de varias clases, agradeciendo a las plantas su purificación y su poder, las hierbas también varían de una población a otra, esta tradición se pasa de madres a hijas y cada casa va configurando su propia receta, las plantas se dejan en agua en un recipiente de boca ancha o “Cacho” durante toda la noche en el exterior para que el ”orballo” (el rocío) las purifique, para lavarse o bañarse en ellas a la mañana siguiente, nos lavamos con esta agua y no nos debemos secar, ya que este agua es purificadora y nos protege hasta el año siguiente. La tradición aconseja emplear, al menos, siete hierbas (normalmente con propiedades medicinales y aromáticas) y también agua de siete fuentes diferentes, puede que no tengas la opción de conseguir todos los ingredientes pero puedes hacer tu agua igualmente con hinojo y pétalos de rosa.

Las hierbas tradicionales son:

Hierba de San Juan o hipérico. Abeluria. Hypericum perforatum.

Helecho macho. Fento macho. Dryopteris filix-mas.

Hinojo. Fiuncho. Foeniculum vulgare.

Malva. Malva sylvestris.

Hierba luisa. Herba luisa. Aloysia citriodora .

Romero. Romeu. Rosmarinus officinalis.

Codeso. Adenocarpus complicatus.

Sauco. Sabugueiro, bieiteiro. Sambucus nigra.

Nogal. Nogueira. Juglans regia.

Dedalera. Estraloque, dedaleira. Digitalis purpurea.

Laurel. Loureiro. Laurus nobilis.

Flor de San Juan. Falsa árnica. Helichryssum foetidum.

Torvisco. Daphne gnidium.

Rosa. Rosal silvestre. Rosa canina.

También se pueden emplear el helecho real (Osmunda regalis), la hierba buena, la ruda, la salvia, la milenrama, el rusco, la artemisa….. e incluso la retama o xesta.


Colocamos ramilletes de hierbas en puertas y ventanas de nuestro hogar para espantar a los malos espíritus y obtener protección durante todo el año.


Esta noche también tiene un carácter clarividente, utilizamos la clara de huevo sumergida en agua en un vaso de cristal, la dejamos en el alfeizar de la ventana y leeremos su forma al día siguiente, las formas revelarán el futuro o nos darán respuesta a nuestras inquietudes.


Acostarse con un manojo de hierbas de San Juan revelará en sueños la identidad de la futura pareja.


La celebración será acompañada de los tradicionales “cachelos” (patatas cocidas con pela) y las sardinas “En San Xoán a sardiña molla o pan” (En San Juan la sardina moja el pan), no puede faltar nuestra poción mágica la tradicional “Queimada”, nuestra aguardiente, se quema en una marmita de barro con mucho azúcar, cascará de limón y unos granos de café, que arderá mientras recitamos el “conxuro, no debe soplarse o apagarse, se deja arder hasta que se apague sola.


Espero que disfrutes de la magia de esta noche y como siempre digo, no invocar, ni hacer "ritualitos", si no sabemos lo que estamos haciendo, si no tenemos conocimiento del manejo de energías, no juguemos con fuerzas que desconocemos y que fácilmente escaparán a nuestro control.


Bendiciones )O(

Celtia Castro


Si estás pasando un momento difícil. Estaré encantada de atenderte, el horario de mi consultorio es de Lunes a Jueves de 15:30 a 21:030 horas, este no es un servicio gratuito. Reservado el derecho de admisión.




Más información:

celtiatarot@gmail.com

622 55 44 64



Texto & Fotografía: Celtia Castro 2018 © & Ana Kala 2022 ©

Fotografía: Hoguera de San Juan. Ana Kala 2022 ©

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